martes, 29 de noviembre de 2011

Estrategia

La palabra "estrategia" nos resulta muy familiar; escuchamos hablar de la "estrategia para estudiar un tema", "la estrategia electoral", "acercamiento estratégico", etc. Como sabrán hasta los más torpes lectores de esta onanía, es una palabra tomada del léxico militar, y como no podía ser de otra manera, se emplea en muchas ocasiones de manera arbitraria. Más concretamente se utiliza de manera intercambiable con otro palabro cercano, el palabro "táctica". Éste último palabro lo escuchamos sobre todo en el ámbito futbolístico, lo cual no deja de resultar adecuado. Plantear una estrategia significa delinear una acción de larga distancia, situando los modos de acercamiento a una zona, para establecer frentes, hacer incursiones o lo que sea. La táctica es otra cosa: supone establecer los modos de acción en la interacción con el enemigo, desarrollando concretamente las diversas técnicas bélicas. En el pasado un buen estratega era el buen conocedor de la geografía y de los accesos; el que empleaba una buena táctica era el que sabía como y dónde embestir al enemigo durante el encuentro entre las tropas. Los alemanes eran muy buenos tácticos, sin embargo como estrategas eran un desastre, por eso cuando el territorio que debía cubrir su estrategia le resultó demasiado amplio como el frente ruso, su buena táctica no tuvo nada que hacer. Los soviéticos durante la segunda guerra mundial desarrollaron un tercer elemento entre lo estratégico y lo táctico: lo operacional, el modo concreto de estructurar la articulación entre lo estratégico y lo táctico. ¿A qué viene todo esto? Pues a que no se me ocurría ningún motivo no pedante para poner esta primera viñeta, en la que Descartes se ocupará de lo estratégico, el señor Crescencio -taxista jubilado- de lo táctico, y yo trataré de equilibrarlos operacionalmente.

martes, 22 de noviembre de 2011

Onanística



[por economizar espacio:piénsese en todas las chorradas que dice la gente cuando abre un blog: empezamos un nuevo blog, va el tercero, a ver si dura, haced muchos comentarios, ya nos veremos,etc.] Dice McLuhan -no pienso explicarlo, que para eso tenéis a vuestra amada Wikipedia- que el medio es el mensaje. Dado el panóplico retraso cerebral de quienes pueden pasar por este blog -en general de los que se dedican a visitar blogs- sólo un par de palabras. Un medio informacional lo solemos integrar en nuestro espacio físico de una manera petulante, considerándolo como "instrumento" o "herramienta". Este modo de pensar es, a pesar de todo, muy humano, y podríamos retrotraerlo al momento mismo de la hominización, cuando el hombre comenzó a elaborar utensilios diseñándolos como una prolongación de las extremidades: son el medio artificioso para prolongar nuestro cuerpo -en el fondo, el intento de prolongar nuestra "inteligencia" (con perdón)- y de ese modo poder interaccionar con objetos, que de otro modo sería imposible. Se sabe que ese hecho desarrolló las capacidades cognitivas del ser humano, autopercibiéndose como rodeado de un mundo de objetos que no podemos alcanzar, y para lo cual nos disponemos a utilizar herramientas, instrumentos, artificios. Completar la deficiencia natural y al mismo tiempo edificar una ilusión: ese mundo puede ser un mundo manejable, moldeable, tangible, "objetivable". Como diría Jaideguer, un mundo en el que nos encontramos en-seres, que podemos "tener-a-mano".
Con los medios informacionales pasa algo parecido, pero con una cualidad distinta. El medio es el mensaje ; no hay un medio neutro, sino que al utilizarlo como medio, como instrumento, nos incorporamos a él y el determina nuestro modo de utilizar, ya no el medio, sino todo el complejo de medios, individuos y operaciones que de una u otra manera se relacionarán con nuestro proceso de interacción comunicativa. En el ámbito tecnológico hay que añadir que para que el instrumento funcione, nosotros debemos in-corporarnos a él, como si fuesemos una especie de terminales funcionales post-apocalípticas. El sistema de la comunicación (jaja) global funciona de este modo: hacemos que funcione el sistema, y al mismo tiempo nos iguala. Habrá algún idiota que proclame finalmente la democratización de la comunicación, por fin una esfera pública en la que todas las opiniones tengan el mismo valor. Yo le llamo a eso fascismo. Y es posible que la forma más refinada y característica del fascismo, que al igualar a los individuos con sus opiniones, consigue que sea irrelevante todo lo que tengan que decir: todos iguales, lo importante es que el sistema funciona. Cualquier imbécil tiene un blog, y en su estupidez onanista observará con una palurda complacencia sus masturbaciones especulativas, cuando realmente todo lo que pueda aportar tiene el mismo valor que los restantes millones de blogs que habitualmente no lee ni interesan a nadie, es decir: nada de nada. Con la inestimable colaboración de la wikipedia, que suscita esa apariencia de petulantes versados en lo humano y en lo divino (a pesar de eso hay idiotas que no saben buscar en la wikipedia, porque tampoco saben lo que tienen que buscar). Así, una pseudo-plataforma de expresión onanística autocomplaciente, con un viejo deseo, la capacidad de ver a través de cuerpos opacos -en este caso wikipedia- y ya tenemos el resultado: el perfecto inútil onanista mental. Millones de onanistas que como pilas de duracell hacen funcionar al maldito internet. ¿Qué hay que hacer? Nada. Ni siquiera haber leído algunas páginas del pulgarcito. Se pueden considerar sabios.
El medio es el mensaje. Hacemos funcionar al medio y el medio influye en nuestras capacidades cognitivas. Láncese, no sea sólo un sabio onanista en la red, séalo también en su casa, con sus familiares, con sus compañeros de instituto de borrach... de universidad. No lea nada. Se olvidan las cosas. Consulte la Blackberry e imparta una charla sobre las últimas fluctuaciones económicas o sobre la historia del socialismo, la inquisición y el sursum corda. Mi querido Eduardo Punset produce este tipo de individuos. Los que ven un programa de "redes" y alcanzan la ciencia infusa. Sin abrir ni una sola revista divulgativa. La imaginación al poder, que decían los degenerados del 68. Y asimismo, se fomenta la inactividad, la desidia, la desmovilización. ¿Para qué, si ya "estamos en red"? Sois una pandilla de onanistas virtuales. La orgía de los disolutos.

Post Scriptum: En el vídeo, el onaner con su equipo de frikis irredentos, empapándose de sapiencia.
Post Scriptum Scripti: En virtud de lo expuesto en la entrada, de ahora en adelante en lugar de decir "blogger", diré "onaner", y en lugar de "blog", "onania". Más adelante, algún maldito quizá no sepa a lo que me refiero. Y no lo podrá encontrar en la wikipedia [risa macabra de película de terror serie C]